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miércoles, 6 de mayo de 2015

TOLDO

Toldo como protección solar
Modelos y tipos de tela para toldos

Instalar un toldo es una de las soluciones más simples a la hora de eliminar  los inconvenientes que puede producir un exceso de luz solar en nuestro hogar; terraza o negocio es una medida rápida, fácil y económica con la que podemos contar, en especial si no nos importa la estanqueidad ante las inclemencias meteorológicas.

Puede ser que tengamos una terraza o un patio que queramos resguardar parcialmente del sol y/o de la lluvia, pero que por circunstancias específicas, como puede ser el no obtener permiso para hacer obras, no querer modificar la apariencia del edificio o   el no poder hacer frente al desembolso que supondría una obra mayor. En esos casos el hacer un cerramiento puede complicado, por lo que podemos optar por una forma más sencilla como es la de instalar un toldo.

Si bien posee como inconvenientes el que no aisla totalmente de la excesiva temperatura, del viento o de la lluvia como sí podría hacer un cerramiento total de la estructura, un toldo posee otras innegables ventajas frente a otras alternativas como son su precio más económico, su rapidez de montaje , su mantenimiento más simple y su estética, con multitud de colores que permiten combinarlos  con casi cualquier tipo de estructura.

Básicamente, un toldo está compuesto por una tela resistente (antiguamente era de algodón pero últimamente se combinan fibras para lograr un tejido con la máxima resistencia a la intemperie) engarzado en una estructura de aluminio (aunque también las hay de hierro) que se pueden extender o retractilar a voluntad según nuestros deseos. Para una entrada principal mente de un negocio normalmente se colocan toldos fijos, tipo marquesina. Pero los que vayamos a colocar en nuestro hogar, estos son más completos y pueden incorporar  accesorios como son los cajones o cofres para proteger el toldo cuando está recogido, motores eléctricos para extenderlo y recogerlo ,mando a distancia para controlar el motor, temporizador o un anemómetro para que el toldo se recoja de forma automática en caso de que el viento sea excesivo y ponga en peligro su integridad.

A la hora de instalar el toldo hemos de tener en cuenta que irá anclado por medio de tornillos a la pared, por lo que esta deberá estar en buen estado para que el anclaje sea seguro. Además debemos procurar que desde su emplazamiento se le pueda hacer un mantenimiento regular, puesto que pese a que se trata de un elemento de naturaleza robusta de por sí,  al no poseer una protección tan eficiente como la de un cerramiento hemos de prevenir en lo posible que la lluvia , las temperaturas extremas o la acumulación de suciedad acaben deteriorándolo antes de tiempo ya sea engrasando sus partes móviles regularmente, dejándolo secar al sol después de las lluvias o recogiéndolo cuando no sea necesario su uso.  Si actuamos así, nuestro toldo será un complemento de nuestro hogar que nos proporcionará muchas satisfacciones durante mucho tiempo.